LA CASA DI CALAMINA

Existe un lugar, en alguna parte del mundo,

lejos o cerca, a veces me confundo,

donde mar y montaña se encuentran,

abetos y plataneros nacen de la misma simiente.

Robles y palmeras, en la playa, conversan tranquilamente

disfrutando de la suave brisa y del sol chispeante.

Nadie conoce, a ciencia cierta, su ubicación exacta,

hay quien dice que es el infierno, y quien cielo le llama.

Antaño decían que se podía llegar,

Siguiendo, me parece, un camino de ortigas mágicas,

a través del bosque, entre hierbas y plantas raras,

que llevaba serpenteando a un acantilado sobre el mar.

Nadie lo ha intentado nunca, la razón es fácil de imaginar:

las ortigas mágicas suelen jugar malas pasadas.

¡Niños, andaros con mucho cuidado!

En este extraño lugar, que nadie jamás encontró,

muy lejos o muy cerca, todavía no está claro,

pasado el bosque, al borde del acantilado,

al lado de un hermoso prado,

viven dos hermanas en un vagón algo destartalado.

Medio brujas, medio hadas, nadie lo sabe bien.

Muchas leyendas sobre su edad corren,

jóvenes como la primavera, viejas como la tierra,

conocen mil cuentos sobre la paz y la guerra.

Desde ese rincón del mundo, cuando los niños las invocan,

sus historias verdaderas o inventadas les cuentan...